Bodas, natalicios y nuevas ciudadanías son ellos eventos de la vida que merecen celebración. Transformar la celebración en arquitectura es el desafío planteado para la resolución de este edificio de oficinas administrativas. Esta consigna nos motorizó a la adopción de un carácter lúdico y festivo para la organización del proyecto en conjunción con un riguroso respeto de los requerimientos programáticos.
Por ello proponemos un edificio de una síntesis volumétrica contundente donde cubierta y paramentos verticales se conviertan en una fachada total.
Sobre la fachada aplicamos la imagen de un bosque con la que intentamos expresar el diálogo entre el parque circundante y el edificio. Es una trama de puntos sobre ambas caras de la piel de vidrio que permite reconstruir la imagen por superposición.