Esta construcción de planta baja y un entrepiso, esta implantada en un terreno relativamente extenso en forma de “L” y fue concebida como un anexo de la casa principal. Motivo por el cual, si bien tiene frente hacia la calle, fue pensada de atrás para adelante, con el interior del lote como centro del proyecto. Es por ello que su volumetría se inicia en los muros del cerco perimetral de hormigón que envuelven todo el predio. El techo, que va plegándose hasta fundirse en dichos muros, se convierte en el paisaje, en la fachada principal, que se contempla desde los ambientes de la casa grande. Bajo este techo, un gran ventanal, orientado al sur, ilumina todo el espacio interior y se conecta con el jardín. Durante la noche, esta relación se invierte, al ser el interior quien ilumina el jardín.
El frente a la calle, como contrapunto, es neutro e introvertido. Un gran ginkgo centenario, como único accidente, genera un calado en la volumetría que hace de patio a los saunas de planta baja.
Funcionalmente es en este anexo donde se concentran, ubicados en 2 sectores, todos los usos de esparcimiento y salud de la vivienda. Dominan el interior un espejo de agua, concebida como parte de un espacio de estar y no como pileta; y un comedor con parrilla.
Al exterior, todo en hormigón gris (oscuro) se le opone el interior completamente blanco. Interrumpido únicamente por un gran mueble / medianera / pecera / guarda botellitas / placard / home / despensa / parrilla, recubierto en teca, que cubre la totalidad de la cara Oeste.